Traducción de Manuales
Cuando se pretende vender una máquina, un equipo o dispositivo, en muchos casos las regulaciones internacionales obligan la inclusión de un manual para el cliente que contenga las instrucciones para su ensamblado, puesta en marcha, operación, mantenimiento, reparación y eventual disposición de sus piezas. Y, claro, si se pretende entrar en el mercado internacional, la traducción de manuales es indispensable.
Para este tipo de traducciones, recurrir a un traductor con formación lingüística no es la mejor de las opciones, pues puede que un profesional con este perfil encuentre dificultades a menos que tenga también un trasfondo técnico que le permita interpretar correctamente diagramas e instrucciones precisas, cuyo sentido debe mantenerse intacto por razones de seguridad personal, en muchos casos. El manual del equipo cumple la función de instruir a los usuarios en el correcto uso del mismo, para evitar accidentes de cualquier tipo, por lo que la precisión es un elemento crucial en estos casos.
En general, la estructura gramatical del texto resultante debe ser cónsona con los estándares del idioma destino, pero el traductor también debe saber cuál es la audiencia objetivo del manual, cuál es el área de conocimiento involucrada, y recopilar fuentes de información y documentos de referencia –idealmente, traducciones de manuales anteriores- que estén relacionados con el proyecto. Existen glosarios especializados que pueden ser útiles en estos casos, para poder discernir entre los términos a utilizar para garantizar mayor exactitud y precisión en las ideas y evitar que se presten a dobles sentidos o mal interpretaciones. Las entradas de estos glosarios, si son de buena calidad, no contendrán tan solo el significado de la palabra en cuestión, sino ejemplos de uso y hasta ilustraciones.
Todo buen traductor de manuales debe…
- Leer el material entero antes de empezar a traducirlo, pues esto le permitirá conocer el sentido general del texto a traducir y le permitirá identificar eventuales dudas antes de comenzar el trabajo. Puede que algún término no resulte claro a primera vista, incluso una que otra frase puede resultar oscura en la primera lectura, por lo que puede ser necesario consultar con el cliente y aclarar las cosas. Podría tratarse de un error en la redacción original, o de una pequeña inconsistencia en la experticia del traductor, pero en ningún caso debería pasarse por alto puesto que las consecuencias podrían ser catastróficas. Si el traductor no comprende una gran parte del material, lo mejor es que no acepte el trabajo y permita que alguien con una formación más específica se ocupe de él.
- El contenido de un manual técnico siempre es específico e inherente a la actividad, al modo de producción y la finalidad de una empresa, por lo que siempre es buena idea documentarse al respecto. Visitar la página web de la empresa, revisar posibles manuales anteriores, incluso entrevistarse con los encargados del diseño del producto pueden ser medidas útiles para mejorar la traducción.
- Optar por fórmulas tradicionales que funcionan: Por ejemplo, en los manuales en habla hispana, se prefiere el uso del “usted” para conjugar los verbos que, normalmente, se usan de forma impersonal. Aunque todo dependerá del tono en el que esté escrito el documento, pues usar el “tuteo” para mostrar cercanía, o usar la forma imperativa de los verbos para mayor claridad son alternativas igualmente válidas para el traductor. Lo importante en estos casos es mantener la uniformidad a lo largo del documento.
- Mantener la exactitud y la precisión en las unidades de medida, los valores de las especificaciones técnicas y en los términos empleados para instruir al usuario es vital. Errores en este sentido pueden tener consecuencias fatales, por lo que puede ser recomendable incluso utilizar herramientas de revisión automatizada para verificar la correspondencia entre los valores del documento original y los del manual traducido.
Como cliente, es bueno saber que…
Encontrar a un traductor especializado, o una empresa que cuente con ellos, es esencial para garantizar la calidad del trabajo. Sin embargo, hay otras acciones que se pueden llevar a cabo para hacer que el proceso de traducción sea más dinámico y avance más rápido: facilitar documentación de referencia útil; prever tiempo suficiente para resolver dudas; facilitar los archivos editables originales con espacio suficiente para eventuales alargamientos del texto y mostrarse disponible a atender las dudas y comentarios del traductor son algunas de estas acciones. Siempre será mejor invertir algo de tiempo para asegurar que el contenido del manual sea traducido de forma correcta que tener que invertir grandes sumas de dinero para enfrentar demandas y procesos judiciales iniciados por clientes afectados, eso sin tomar en cuenta el daño irreparable que se les podría causar debido a los errores en el material impreso.
Elementos para escoger un servicio de traducción de manuales
Además de verificar que el servicio de traducción se desarrolle de acuerdo a los criterios antes mencionados, hay que tomar en cuenta elementos adicionales posteriores al proceso de traducción en sí, como los que se enlistan a continuación:
- Tipo de servicio: Es importante que aclares con la empresa el tipo de servicio que puedes esperar de su parte. Pueden ofrecerte traducciones automáticas, automáticas y editadas, sencillas, o traducciones con revisión final. Además, es bueno conocer las diferentes combinaciones lingüísticas que tienen para ofrecer y si el equipo está formado por traductores nativos y especializados en el área de conocimiento de tu interés.
- Profesionalidad y evaluaciones: Verifica los comentarios de clientes con perfiles similares al tuyo, examina qué dicen respecto a los resultados de trabajos similares y sobre la metodología de trabajo y herramientas utilizadas por la empresa en cuestión.
- Disponibilidad: Como ya se ha mencionado, la traducción de manuales puede implicar un proceso de retroalimentación constante que inicia con la recepción del material en su lengua original, comprende todas las aclaraciones técnicas y consultas que pudieran surgir, y termina con la presentación del material final en el formato correspondiente. Es importante que la empresa que escojas se muestre disponible a este tipo de interacción y que siempre tenga presente las necesidades específicas de tu proyecto.
- Confidencialidad: Los manuales involucran información relativa al funcionamiento y composición de equipos y maquinarias, usualmente protegidos por patentes, por lo que toda empresa de traducción seria debería estar dispuesta a firmar un acuerdo de confidencialidad.
- Certificados de calidad: Siempre será preferible optar por empresas que operen según los principios de la norma de gestión de calidad ISO 9001:2009 y la nueva norma europea para servicios de traducción UNE-EN-15038:2006, y que tengan conocimiento de las normas técnicas específicas de tu industria para garantizar el uso de la simbología y la terminología adecuada.